Económía: La asociación empresaria se impone entre las Pyme
Enviado el Tuesday, 05 August a las 11:57:07 por Redacción
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En los últimos tiempos, en Córdoba, se están multiplicando las experiencias asociativas en varios sectores, como una manera de alcanzar objetivos comunes tanto a nivel comercial como productivo.
“La unión hace la fuerza”, dice el dicho. Y no por remanido, pierde vigencia. Más todavía, cuando se trata de empresas queriendo campear los coletazos de la crisis.
En los últimos tiempos, en Córdoba, se están multiplicando las experiencias asociativas en varios sectores, como una manera de alcanzar objetivos comunes tanto a nivel comercial como productivo.
La idea es en todos los casos superar el tradicional esquema de competencia entre empresas, y avanzar hacia un modelo basado en la cooperación entre distintos actores empresarios.
Fábricas de amoblamientos, empresas de tecnología, distribuidores de materiales e insumos eléctricos, entre otras experiencias, son algunos de los rubros cordobeses que por estos días suman esfuerzos en conjunto para limitar las debilidades individuales.
Al mismo tiempo, desde distintos organismos estatales y privados, se viene alentando la constitución de estos grupos, especialmente con el objeto de ganar nuevos mercados a nivel interno y externo.
De hecho, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) está financiando parcialmente un proyecto de fortalecimiento de encadenamientos productivos (clusters) en la Provincia, por un monto cercano a los 12,5 millones de pesos, por un lapso de tres años.
El proyecto prevé asistencia técnica integral para tres sectores específicos: muebles de madera, tecnología informática y productos regionales orgánicos.
Apuesta por la sinergia
Para encontrar los antecedentes del asociativismo empresario, hay que remontarse a la Italia de post guerra.
A través de la modalidad asociativa, miles de Pyme italianas lograron superar las heridas del conflicto bélico y reposicionarse productiva y comercialmente a nivel interno y externo.
En Argentina, los antecedentes son mucho más pobres. De hecho, recién ahora están surgiendo con cierta fuerza los primeros grupos asociativos regionales.
“Para alentar este fenómeno en el país, hay que comenzar a pensar en términos de ‘coopetición’, o lo que es lo mismo: cooperar para poder competir”, sostuvo el consultor Roberto Bazán, especialista en asociativismo empresario.
La mayoría de las experiencias avanzan en acciones conjuntas para adquirir materias primas e insumos (pool de compra), para promocionar productos, o para contratar servicios de asistencia técnica o módulos publicitarios. El ahorro conseguido por realizar ese tipo de acciones de manera conjunta puede llegar hasta el 40 ó 50 por ciento.
Según Bazán, es posible asociarse no sólo entre empresas, sino también a nivel vertical, con los proveedores, e incluso con el Estado. A diferencia de lo que es un “sector económico” un cluster reúne a firmas de distintos niveles de la cadena productiva (vendedores y clientes), con unidades de servicio (instituciones financieras, consultores), y con organismos de gobierno, agencias semi públicas, universidades e institutos de investigación.
La idea central es que las Pyme establezcan relaciones de cooperación productiva, tecnológica y comercial, sin abandonar la competencia en ciertos ámbitos específicos. “Las empresas comprenden poco a poco que en un mundo complejo e incierto, donde conviven oponentes grandes y peligrosos, es mejor no estar solos”, señaló Nora Cavuoto, consultora de la Agencia para el Desarrollo Económico de Córdoba (Adec).
Según un diagnóstico elaborado por la propia Adec, las pequeñas empresas cordobesas tienen actualmente altos niveles de integración vertical, una débil actitud hacia la cooperación inter-empresarial, un escaso aprovechamiento de servicios de apoyo, falta de especialización productiva, y bajos volúmenes de producción. “Todos estos rasgos afectan la competitividad de las empresas y sus posibilidades de desarrollo, un escenario que es necesario modificar de cara al futuro”, señaló Cavuoto.
Tres experiencias locales
Al menos tres experiencias cordobesas ya están apostando por el asociativismo empresario.
La primera de ellas es la del Grupo Nexar, un conjunto de seis empresas del rubro electricidad que están intentando, en conjunto, llegar a mercados de los países limítrofes, con la asistencia de la Cámara de Comercio Exterior de Córdoba (Cacec).
“Hasta ahora hemos realizado misiones comerciales en Bolivia, Perú y Chile, con muy buenos resultados”, explicó Daniel Porro, coordinador de la Cacec.
Las empresas han logrado complementar su oferta para poder brindar soluciones integrales a sus clientes externos, algo que no hubieran conseguido solas.
En el rubro maderero, una decena de empresas locales viene trabajando de manera integrada desde 1998, con el objetivo de incursionar en nuevos nichos de mercado y avanzar en procesos de calidad. La red empresaria se denomina Geco, y ya posee un show room propio (Art House) en el Cerro de las Rosas. “El nivel de inversiones necesarias para crecer entre todos ha sido menor, al tiempo que disminuimos el riesgo por los nuevos emprendimientos”, explicó Daniel Salum, integrante de Geco, y presidente de la Cámara de la Madera de Córdoba.
El Cluster Córdoba Technology constituye otra experiencia asociativa en consolidación, en la que unas 35 empresas locales trabajan juntas especialmente para abrir posibilidades comerciales en el exterior. “Trabajar juntas nos ha permitido acceder a la donación del BID que ejecutará Adec, que nos permitirá la prospección de mercados en otros países, y contratar servicios de marketing y gestión a los que no podríamos llegar si no fuera porque estamos juntos”, explicó Daniel Lempert, presidente de la firma que lleva su apellido, y que integra el grupo asociativo.
Por: Gabriel Esbry
LA VOZ DEL INTERIOR- 5 deagosto de 2003
http://www.intervoz.com.ar/2003/0805/suplementos/economico/nota181971_1.htm
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