La crisis
energética: proyectos para los próximos cinco años
No se concretan por la incertidumbre, afirman empresarios de la
petroquímica
Están preocupados por la escasez de materia prima Dicen que,
si hubiera suficientes insumos, podrían pensar en construir
nuevas plantas en Bahía Blanca o Rosario
Se jactan de haber invertido en el peor momento del país,
durante la última crisis, pero ahora una incógnita los
amedrenta: ¿habrá gas suficiente en los próximos
años? Por esa razón, empresarios de la industria
petroquímica no se deciden a concretar desembolsos que
deberían continuar con el crecimiento del sector y que,
según sus propias estimaciones, si no existieran restricciones
energéticas, podrían alcanzar entre 4000 y 6000 millones
de dólares en los próximos cinco años.
Entre las dudas no sólo aparece la Argentina, sino Bolivia y sus
conflictos. Los empresarios piensan que la posibilidad de importar gas
desde Perú (ver aparte) podría ser una solución,
pero habrá que ver a qué precio. Será uno de los
principales temas de discusión durante el III Congreso de la
Industria Química y Petroquímica del Mercosur, que se
desarrollará en septiembre próximo.
"Hay que volver a invertir -dijo ayer, durante un almuerzo con
periodistas, José María Fumagalli, director ejecutivo de
la Cámara de la Industria Química y Petroquímica-.
Pero se está en un momento de espera, para ver si realmente hay
materias primas. Dependemos de esa disponibilidad."
Plásticos, agroquímicos, solventes, fertilizantes y
lubricantes, entre otros productos, podrían ser el objetivo de
fuertes inversiones dentro de un sector que reúne a unas 2000
empresas y acumula una producción anual equivalente a 17.300
millones de dólares. "El campo es enorme -agrega Fumagalli-. Hay
que pensar que es capital intensivo y que una sola planta podría
demandar 1000 millones de dólares."
La percepción se parece bastante a la advertencia que
soltó la semana pasada el ministro de Economía, Roberto
Lavagna, durante la celebración del aniversario del Centro
Argentino de Ingenieros. Ese día habló de la necesidad de
aumentar en forma permanente la inversión en infraestructura y
desarrollo para seguir creciendo.
Los empresarios invitarán al seminario al secretario de
Energía, Daniel Cameron. También quieren que, si los
conflictos lo permiten, vaya el presidente de la Cámara
Boliviana de Hidrocarburos. Los empresarios confían en que,
más allá de la antigüedad de los yacimientos, la
Argentina tiene aún mucho por descubrir en recursos
energéticos. "En off shore, por ejemplo, todo está por
hacerse", afirmó Miguel González, presidente de Atanor.
El directivo admite que hay proyectos demorados y dice que la Argentina
debería también apostar a los recursos energéticos
renovables como, por ejemplo, el viento.
¿Qué áreas son las que podrían recibir
mayor inversión aquí? Ningún ejecutivo duda de que
dos polos atractivos son Bahía Blanca, por la confluencia de
gasoductos, y Rosario, para aprovechar la explosión del agro.
Precios v. abastecimiento
Oscar López, director comercial para América latina de la
firma Dow, advierte que se trata de una oportunidad imperdible. "En la
Argentina, por más que a veces se pretenda, no estamos fuera del
mundo. Se puede perder el tren, algo que pasa cuando se dejan pasar
posibilidades. La Argentina es muy competitiva en precios y tiene
grandes recursos. El momento, después, podría estar en
otro lado. Pongamos el ejemplo de Bahía Blanca: habiendo
incertidumbre sobre las materias primas, no se puede hacer una
inversión ahí", dijo.
Para el sector petroquímico, el actual escenario esconde una
paradoja. Los empresarios consideran que la Argentina tiene precios
competitivos, porque el gas está aquí todavía
más barato que en otras partes del mundo. Sin embargo, esos
mismos valores son, entre otras razones, los que han provocado una
demanda desbocada, retracción de la inversión
energética y la consiguiente escasez de gas en la Argentina.
Así, el país está ante dos posibilidades: ser
competitivo en precios, pero no tener suficiente gas, o tenerlo, pero a
mayores costos.
Quizá por eso, los ejecutivos son cautos al hablar de la
posibilidad de importar gas desde Perú. "Hay que ver -dijo
Fumagalli-. La economía se mide en dos términos:
seguridad y precios. Depende del valor."