Hasta julio del año pasado, Roberto Rodrígues fue ministro de Agricultura de Brasil, puesto que ocupó durante tres años. Hoy integra la Comisión Interamericana de Etanol y estuvo en Buenos Aires para participar del Primer Congreso Americano de Biocombustibles.
Entrevistado por PERFIL, Rodrigues insistió en que los
biocombustibles van a democratizar el planeta, llamó a una
integración
regional y consideró una tontería la hipótesis de
que van a competir
con la producción y el precio de los alimentos.
Rodrigues entretuvo a la audiencia del Primer Congreso
Americano de Biocombustibles por su modo de plantear la
presentación.
“Hablo de un modo gracioso para que la gente no se olvide de mí
y así
recuerde mejor las cosas serias que digo”.
—¿Por qué dice que los biocombustibles van a
democratizar al mundo?
—Así como en el siglo XX el gran paradigma
agrícola fue el de la
seguridad alimentaria, el del siglo XXI es el de la seguridad
energética, porque en los próximos 30 años la
demanda va a crecer un 50
por ciento. La gente va a producir energía, no importa
cuánto cueste. Y
como cada país puede desarrollar su propio biocombustible yo
digo que
es más democrático que el petróleo, que
está ubicado sólo en
determinados sitios del planeta.
—Pero no todas las materias primas son igualmente
eficientes...
—Por supuesto que no. Algunas tienen una demanda
energética
durante el proceso de conversión en energía más
grande que otras,
entonces hay productos en los cuales el equilibrio es negativo. Gastan
más de lo que generan. La caña de azúcar es, por
lejos, la mejor
materia prima del mundo para obtener etanol. Luego está el
maíz. Pero
el futuro del etanol, en 10 o 15 años, serán las
celulosas, materia
prima que cualquier país tiene. Y por eso digo de que el etanol
va a
generar un cambio de civilización. Va a cambiar la
geoeconomía agrícola
mundial porque, al tener celulosa, países y continentes pobres
como
Africa podrán ser grandes productores de energía.
—¿El actual boom del etanol es una revancha para Brasil y su
política de alconafta?
—Hace 30 años, cuando comenzó el programa
proalcohol, me invitaron a
dar charlas sobre el tema en muchos países, pero la gente no le
daba
importancia; todos tenían la estructura del petróleo. La
industria del
petróleo y la automotriz se oponían y no había una
cultura a favor. Con
el tiempo eso cambió y pienso hoy que la propia industria del
petróleo
ve que si se suma a la agricultura va a tener más tiempo de
dominación.
No es una revancha, es finalmente la comprensión de algo que era
obvio.
—¿Qué opina de los que dicen que los
biocombustibles van a competir con los alimentos?
—Esa hipótesis es una tontería total. El hecho
es que hay área
cultivable para todo; para alimentos y para biocombustibles en nuestros
países, y en el mundo todo. OK, este año subió el
precio del maíz, pero
el mercado trabaja con información y con expectativas. La
información
es que el stock de maíz disminuyó en los EE.UU. Pero no
se acabó. Este
año se va a plantar allí 15% más de maíz,
que es mucho más que toda el
área de maíz de Brasil. Los precios van a normalizarse en
dos años como
máximo. Es un problema de pura emoción de mercado.
Por: Luciana Diaz
Diario Perfil 13/05/2007
http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0176/articulo.php?art=1091&ed=0176