Por más que parezca, no se trata de ninguna entrega de premios. Tampoco a nadie se le ocurrió realizar un concurso de combustibles. Simplemente, el título de esta nota apunta a reconocer el papel que tuvo el Gas Natural Comprimido (GNC) este año, en medio de la coyuntura económica que se está atravesando.
Es que debido a la crisis y al incontenible aumento de las naftas y del gasoil, este combustible pudo afirmarse definitivamente en el mercado, consolidando lo que se venía anticipando desde hace unos años a esta parte, cuando el GNC comenzó a utilizarse dentro del parque automotor.
Por eso, es que se puede hablar del GNC como el combustible del año. Lo avalan los 823.988 vehículos que funcionan con gas en el país -el mayor parque automotor del mundo-, las casi 1.100 estaciones de servicio duales (expenden combustibles líquidos y gas) que se han instalado en gran parte del territorio nacional y el impulso que se mantiene constante y que hará que en los próximos meses las estadísticas sigan creciendo.
Mientras tanto, la causa de esta situación es por todos bien conocida. Nada menos que un 70 por ciento de ahorro con respecto a la nafta es motivo más que suficiente para que la gente, necesitada de seguir moviéndose en automóvil, haya optado por esta alternativa.
Ni siquiera el aumento que se anunció días atrás, y que comenzó a aplicarse en forma paulatina, hará inquietar a este mercado, que sigue siendo mucho más rentable que el de los combustibles líquidos.
Todo a favor
Argentina es un país eminentemente gasífero. Según los últimos datos ofrecidos en una conferencia sobre el tema por Vittorio Orsi -empresario vinculado al sector y presidente de la Comisión de GNC de la Asociación de Distribuidores de Gas (Adigas), entre otros cargos- existen 16 años de reservas de gas comprobadas contra ocho años de reservas de líquidos.
Por todo ello, no suena descabellada la idea -de la cual ya se está hablando a niveles del Gobierno nacional, y que fue presentada en la conferencia brindada en noviembre último por Orsi en Tierra del Fuego- sobre la sustitución progresiva de los líquidos por el gas en el transporte. La idea es que no sólo los autos particulares y algunos taxis y remises funcionen con este combustible, sino que también se sume el transporte pesado, tanto de pasajeros como de carga, y el resto del parque que aún no se convirtió.
Según el propio Orsi, en una primera etapa -que se calcula en 10 años- este proyecto traería como beneficio para toda la sociedad "un ahorro de los consumidores de cinco mil millones de pesos, con un efecto multiplicador agregado en la economía". A esto, el empresario añade que también se conseguiría "una exportación equivalente de líquidos sustituidos en aproximadamente 850 millones de dólares (alrededor de tres mil millones de pesos) y un ahorro de costo social cercano a los 250 millones de dólares (casi 890 millones de pesos)".
Por su parte, y dentro del marco de esta especie de "furor" que ha despertado el GNC, las terminales automotrices, como Peugeot, Fiat y Volkswagen, no se han quedado afuera y comenzaron a lanzar algunos modelos provistos directamente con equipos de Gas Natural Comprimido, hecho que también se constituye en un punto importante de partida en el supuesto caso de que el mencionado proyecto de sustitución tome forma.
Voces encontradas
A pesar del auge que está teniendo este combustible en la actualidad, del importante beneficio económico que ocasiona y de su buena relación con el medio ambiente, hay quienes aseguran que el GNC tiene un lado negativo que afecta al motor del auto.
Los que van en contra, entre ellos algunos instaladores, afirman que el motor rinde menos y que trae algunos perjuicios, principalmente en lo que hace a la puesta a punto, ya que, según dicen, el motor no está hecho para funcionar con GNC.
Por otro lado, está comprobado que el GNC produce un aumento en la temperatura del motor de unos cuatro o cinco grados, y que también disminuye la potencia del vehículo con respecto al uso con nafta, aunque éstos son inconvenientes netamente menores.
En tanto, los defensores de este combustible sostienen que, al ser más limpio que los líquidos, el uso del gas permite una mayor duración de las bujías y del aceite, lo cual se calcula en un 40 por ciento más en comparación con la nafta. De esta forma, el motor se mantiene mucho más limpio y, por lo tanto, con una vida útil mayor.
Presente y futuro
El panorama actual se presenta auspicioso para lo que será el desarrollo del uso de este combustible, y lo más importante es que las autoridades han comenzado a intensificar los controles a fin de regular el sistema y evitar robos y documentaciones falsificadas.
Sobre la situación actual, Roberto Jacob-Balcells, delegado Regional Centro del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas), asegura: "Tenemos una proporción del parque automotor convertido a GNC cercana al 85 por ciento que no posee ninguna clase de problemas, en la que los equipos son de origen legítimo y se han realizado todos los controles. Y tenemos el 15 por ciento restante, que no sabemos exactamente cómo se divide, entre automóviles con problemas y vehículos con equipamiento ilegal".
Justamente a estos últimos es a los que se está apuntando con los controles que Policía y Gendarmería nacional realizan habitualmente en las estaciones de carga.
Así, gracias a esto es que se espera poder llegar en el futuro a regularizar prácticamente todo el sistema. "Observamos que en los automóviles va a existir un grupo mayoritario que va a tener todo en orden, y un cinco por ciento que posiblemente deba salir del mercado", afirma Jacob-Balcells acerca de lo que puede ocurrir en los próximos meses.
Por su parte, y ya desde el punto de vista de la seguridad, hay que tener en cuenta que todas las operaciones de instalación y remoción de equipos, como así también los controles y las revisiones anuales, se deben realizar en talleres autorizados, con el doble objetivo de contar con toda la papelería en forma legal y de tener la tranquilidad de que el trabajo fue efectuado de manera correcta y por manos especializadas.
Considerar esto permitirá que todos puedan seguir disfrutando del GNC y de sus grandes ventajas, principalmente las económicas, que lo han convertido en el combustible del año.
Federico Amateis
LA VOZ DEL INTERIOR 13/12/2002
http://www.lavozdelinterior.com/2002/1213/suplementos/automotores/nota136142_1.htm
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