Laboratorio biológico en un Microprocesador
Fecha Sunday, 13 May a las 20:11:25 Tema Ciencia y Tecnología
A bordo de la
Estación Espacial
Internacional, los astronautas realizaron exitosas pruebas utilizando
un laboratorio portátil.
"¡Qué gran alivio!",
dice Norman Wainwright, de los Laboratorios Charles River, en
Charleston, Carolina del Sur. "Todo el equipo técnico estaba
encantado de que funcionara tan bien".
Wainwright habla
de un laboratorio biológico en miniatura que recientemente fue
puesto a prueba, por primera vez, a bordo de la Estación
Espacial Internacional (EEI). El mini-laboratorio se conoce por la
sigla LOCAD-PTS, que refiere al nombre del proyecto en idioma
inglés: Lab-On-a-Chip Applications
Development — Portable Test System
(Sistema Portátil de Prueba y Desarrollo de Aplicaciones de
Laboratorio en un Microprocesador), y detecta la presencia de bacterias
o de hongos en la superficie de las naves espaciales con mucha mayor
rapidez que los métodos de cultivo convencionales.
Derecha:
El instrumento LOCAD-PTS, un laboratorio biológico
portátil para viajes espaciales.
"La capacidad para monitorear microorganismos sería
particularmente importante en viajes espaciales largos, no sólo
para controlar la salud de los astronautas sino también para
monitorear materiales electrónicos y estructurales, a los cuales
determinados hongos y bacterias pueden provocar corrosión o
daños de otra índole", manifiesta Wainwright, el
investigador principal del experimento. El instrumento LOCAD-PTS
está diseñado para que "los astronautas puedan realizar
los análisis a bordo, sin necesidad de regresar las muestras a
laboratorios en la Tierra".
El dispositivo fue lanzado el 9 de diciembre último a
bordo del transbordador espacial Discovery, y posteriormente fue
colocado a bordo de la EEI, donde quedó almacenado hasta la
fecha programada para la experimentación: el sábado 31 de
marzo por la noche, hora del Centro Marshall para Vuelos Espaciales.
(¡Recuerde esa hora!)
La astronauta Sunita "Suni" Williams abrió el bolso que
contenía el instrumento, armó el LOCAD-PTS y luego
realizó seis lecturas. "Las dos primeras eran controles para
demostrar que el instrumento estaba funcionando correctamente", explica
Jake Maule, el científico del proyecto del LOCAD-PTS, en el
Instituto Carnegie de Washington. "En primer lugar, ella limpió
la palma de su mano, con la cual había tocado las barandillas y
otras superficies que normalmente se manejan con las manos y que
deberían tener grandes cantidades de bacterias y, en efecto,
obtuvimos una lectura muy positiva", continúa. "Posteriormente,
Williams tomó muestras de agua ultra limpia del instrumento que
se utiliza para humedecer las muestras con el objetivo de verificar si
el agua estaba realmente limpia y, en efecto, obtuvimos una lectura
significativamente negativa".
Arriba: La Estación Espacial
Internacional.
Luego, con el fin de efectuar una comparación, Williams
escogió un panel de pared, en el Nodo 1 de la EEI, y lo puso a
prueba utilizando el instrumento LOCAD-PTS y un método de
cultivo convencional.
Para el método convencional, la astronauta
presionó contra el panel una capa del medio de cultivo en gel
sólido (similar al agar), durante algunos segundos, la
colocó en su envase de manera segura, y luego la apartó
durante algunos días para su incubación.
Posteriormente, extrajo del LOCAD-PTS un hisopo seco, similar
al "Q-tip", de alta tecnología, y lo frotó sobre el panel
ubicado junto a la misma área. Al arrojar agua ultra limpia
sobre el hisopo, la muestra se convirtió en líquido.
Después colocó algunas gotas dentro del instrumento
portátil LOCAD-PTS.
"Cuanto más limpia es la muestra, más tiempo
toma el análisis", dice Wainwright. "Como este sitio estaba
bastante limpio, el análisis tardó alrededor de 12
minutos, pero las muestras más sucias pueden tomar tan
sólo un par de minutos".
Fue durante la espera que Williams debe de haber observado la
hora. A pesar de que eran las 10:20 de la noche, Hora del Centro de
Estados Unidos, en Marshall, Huntsville, Alabama, donde todos los
científicos del proyecto del LOCAD-PTS se encontraban observando
los monitores de televisión ansiosamente, en realidad ya era
pasada la medianoche del 1 de abril, hora del Meridiano de Greenwich,
que es el huso horario utilizado por la EEI.
"Suni dijo: ‘Ah,
esta última serie de lecturas arrojadas por el LOCAD-PTS se ve
algo extraña’", recuerda Maule. "Tras una pausa de
aproximadamente cinco minutos, ella exclamó: ‘¡Feliz
Día de los Inocentes! ¡Los números están
perfectos!’".
"¡Definitivamente me engañó!", dice riendo.
Derecha:
Los investigadores en el cuarto de control del Centro Marshall para
Vuelos Espaciales (MSFC, en idioma inglés) celebran al escuchar
que el LOCAD-PTS funcionó. De izquierda a derecha: Dra. Lisa
Monaco, Tony Lyons, Dr. Jake Maule y Dan Gunter.
Durante los próximos meses, se utilizará el
LOCAD-PTS, y también los métodos de cultivo
convencionales, para investigar diferentes partes de la EEI. "Se
programó el lanzamiento de una segunda generación de
cartuchos del LOCAD-PTS destinados a la detección
específica de hongos. Para esta misión, se
utilizará el Transbordador Espacial STS-123 y su destino
será la EEI", dice Anthony T. Lyons, el director del proyecto
LOCAD-PTS en Marshall, el centro de la NASA que ha supervisado tanto el
proyecto desde sus comienzos como la preparación del
equipamiento para el vuelo espacial. "Con cada generación de
cartuchos, lo que detectamos se torna cada vez más
específico. Nuestro objetivo final es proporcionar a la
tripulación un conjunto de cartuchos para poder detectar una
amplia variedad de componentes establecidos como meta, tanto
biológicos como químicos, dentro y fuera de la nave
espacial, lo cual sería particularmente importante para misiones
de larga duración a la Luna o a Marte".
"Ahora estamos muy felices con el resultado de las primeras
pruebas".
Fuente: Ciencia NASA
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