La EPCA (European
Petrochemical
Association)
junto con la UNESCO
y el IUPAC
(Internacional Union of
Pure and Applied
Chemistry)
desarrollaron un
interesante film con
motivo de la
conmemoración del
Año Internacional
de la Química en el
cual se destaca la
importancia de la
química en la vida
cotidiana.
(Ver ...)
Durante cuatro días,
la segunda Conferencia Panamericana sobre Sustentabilidad
en Biocombustibles y Bioenergía, organizada por la AAIQ,
AICHE y otras instituciones de los EE.UU., fue el
centro de debate de todo América para difundir nuevos
conocimientos y tecnologías, proyectar el futuro y
anunciar próximas políticas gubernamentales.
La Asociación
Argentina de Ingenieros Químicos (AAIQ) organizó
recientemente, junto a asociaciones de profesionales de
Estados Unidos, uno de los principales eventos del
continente americano en bioenergías y biocombustibles.
Durante cuatro días, los principales expertos en este tipo
de energías renovables se dieron cita en la ciudad de
Buenos Aires para exponer nuevos conocimientos, compartir
experiencias y debatir sobre un futuro sustentable, con
eje en las energías renovables.
La segunda Conferencia Panamericana
sobre
Sustentabilidad
en Biocombustibles y Bioenergía fue
organizada del 13 al 16 de septiembre de 2016 por la
AAIQ y las asociaciones estadounidenses Research
Coordination Networks (RCN), American Institute
of Chemical Engineers (AIChE) e Institute for
Sustainability (IfS),
con el soporte financiero de
la National Science Foundation de Estados Unidos.
Durante las conferencias se difundieron
investigaciones científicas y
herramientas tecnológicas disponibles, desarrolladas en la
Argentina, Estados Unidos, Brasil y otros países del
continente, y participaron autoridades de los ministerios
de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (MINCyT),
de Energía y de Agroindustria, quienes realizaron anuncios
importantes en materia de política e inversión.
En la apertura, Oscar
Pagola, presidente de la Asociación de Ingenieros
Químicos de la Argentina, uno de los organizadores
del evento, destacó "la importancia de la participación de
los destacados expertos internacionales que nos acompañan
para intercambiar y actualizar los
conocimientos sobre bioenergía, las actuales tendencias y
los nuevos procesos innovadores". Además, remarcó el
compromiso ya tomado por el país de cumplir con las metas
acordadas en la cumbre de cambio climático celebrada en
París. "Este encuentro es una
oportunidad para pensar cómo vamos a cambiar la matriz
energética y que rol podría tener la bioenergía en este
necesario cambio", afirmó.
Soluciones para desafíos complejos
Las conferencias centrales del
evento
estuvieron a cargo de Bruce Dale, investigador de la
Universidad Estatal de Michigan, EE.UU., y Glaucia
Souza, de la Universidad de Sao Paulo, Brasil.
Según afirmó Dale, clasificado en el Top 100 de los
académicos destacados en el mundo por sus conocimientos
sobre bioenergía (según Bioenergy Digest): "La tasa de
energía determina la riqueza de un país y su forma de
consumo permite predecir las posibilidades del desarrollo
humano. No obstante, el 85% de los combustibles utilizados
en los países desarrollados del
mundo son fósiles. O sea,
el 85% de nuestra prosperidad se basa en un recurso no
renovable, que tiene una fecha de expiración". La
situación en la Argentina es similar, puesto que ese
porcentaje se eleva al 87%.
"La falta de acceso a la energía condena a la pobreza a
miles de millones de seres humanos, y va a empobrecer a
las generaciones futuras, a menos que podamos implementar
una escala del terawatt en sistemas de energías
renovables. Por eso tenemos que encontrar la manera de
generar biocombustibles a gran escala, de manera
sostenible y rápida", dijo. "Tenemos que tener energía
renovable en un tiempo corto", afirmó, y se refirió a los
biocombustibles como una opción sostenible. En todo el
mundo, el 96% de la movilidad depende del petróleo, por
eso la importancia del combustible líquido", sostuvo.
Dale aseguró que, según diferentes estudios,
el 25% de la energía debería provenir de biocombustibles
en todo el mundo, como una manera de disminuir las
emisiones de gases de efecto invernadero. "Tenemos que
rediseñar nuestro sistema agropecuario para que pueda
producir energía", afirmó.
Por su parte, Souza explicó: "La idea es contribuir
con soluciones para estos desafíos complejos como el
cambio climático, el uso de la energía, la pérdida de la
biodiversidad, la contaminación del agua y la tierra, y
ofrecer datos cuantitativos basados en la evidencia para
la definición de políticas de desarrollo".
"Con la firma del protocolo de Montreal, todas las
naciones colaboraron para revertir el deterioro de la capa
de ozono. Desde 2006, las
medidas implementadas posibilitaron mitigar la situación,
contra muchos pronósticos. Pero hasta ahora no tuvimos
mucho éxito con el dióxido de carbono, porque en 2016
llegamos al hito de 400 parte por millón en la atmósfera y
pareciera que es bastante difícil alejarnos de eso".
Los bioenergías se presentan como una oportunidad para
disminuir estas emisiones. Souza recordó las acciones
realizadas en Brasil desde la década de 1970 para
sustituir el 42% de la nafta con etanol fueron exitosas.
"Para el 2030 nos propusimos incrementar la escala mundial
del aprovechamiento biomasa hasta los 93 Exajoules, que
corresponden a 500 mil millones de litros de
biocombustible líquido. No estamos tan lejos. Ahora
tenemos 50 Exajoules", sostuvo, y recordó que otros países
también están avanzando en este sentido, como EE.UU.,
donde ya sustituyeron el 10% de la nafta por etanol. En
Escandinavia, el 20% de la energía total es biomasa. Hacia
delante, una industria que también podría aportar en la
sustitución de energías fósiles
es la aviación. "Ya
tenemos combustible de caña de azúcar en los vuelos
comerciales", apuntó la investigadora.
Con el objetivo de superar la dicotomía
que
se generó años atrás por la supuesta competencia entre la
producción de alimentos y la de bioenergías, en relación a
la superficie utilizada, Souza recomendó intensificar el
área sembrada con pasturas. "En Brasil, estas superficies
podrían soportar una carga animal cuatro veces mayor a la
actual. Además las pasturas de menor performance podrían
aumentar en 50% su potencia".
Asimismo, consideró que los cultivos bioenergéticos no
necesariamente tienen que competir con la producción de
alimentos. "Hay 100 países en el mundo que plantan caña de
azúcar para producir azúcar y podrían estar haciendo las
dos cosas en el mismo lugar (azúcar y biocombustibles). La idea es integrar, que
implica una modernización de la forma en que hacemos
agricultura".
"Desde hace miles de años estamos mejorando los cultivos,
pero hay pocas plantas para energía. Así que tenemos
también que mejorar las variedades que nos pueden proveer
energía", añadió.
Anuncios políticos
El Ministro de Energía de la Nación, Juan José
Aranguren, fue uno de los encargados de abrir la
segunda Conferencia Panamericana sobre Sustentabilidad en
Biocombustibles y Bioenergía. Allí expresó: "Durante mucho
tiempo nuestro país estuvo desarrollando su matriz
energética con una política de parches, con muy poco
planeamiento, sin dar señales de precio. Por eso, se
fomentó un uso irresponsable de la energía, donde se
beneficiaba el derroche".
"Debemos pensar en una matriz
distinta a la que tiene hoy
Argentina donde alrededor del 54% está dominado por el gas
natural, y el 33% por el petróleo y sus derivados; lo que
hace que aproximadamente el 87% de la matriz sea energía
no renovable, que por otra parte hoy está a precios muy
bajos en todo el mundo. La biomasa y el biogás forman
parte de los que llamamos energía renovable. El desafío
ese lograr desarrollos masivos en este tipo de energía y
estoy hablando de hacer uso
como una fuente regular de
energía".
Al respecto, se refirió a la posibilidad de ampliar en un
futuro el corte de bioetanol en
la nafta, que actualmente
se encuentra en el 12%, para elevarlo al 25%. Asimismo,
consideró que es posible incorporar la tecnología Flex,
como Brasil, que permitiría a los automóviles funcionar
indistintamente con nafta o alcohol.
Desde los ministerios de Agroindustria y de Ciencia y
Tecnología de la Nación también realizaron diferentes
anuncios y futuras inversiones en este tipo de energías
alternativas.
Néstor Roulet, secretario de Agregado de Valor del
Ministerio de Agroindustria, señaló: "La próxima
revolución industrial viene por saber usar el sol" y en
sintonía con Aranguren, expresó "el país debe cambiar su
matriz energética". A su vez agregó: "La Argentina tiene
gran potencial de producir biomasa. Están las puertas
abiertas a las inversiones, en una simbiosis entre lo
público y lo privado".
Miguel Ángel Blesa, secretario
de
Planeamiento y Políticas del Ministerio de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva de la Nación (MINCyT),
subrayó que las bioenergías son motivo de análisis
permanente por parte del Ministerio y están en el centro
de los núcleos socio-productivos estratégicos contemplados
por el Plan Argentina Innovadora 20-20.
Blesa destacó una reunión
coordinada el MINCyT que se
realizó recientemente en la provincia de Tucumán para
avanzar en el tratamiento de la vinaza, un subproducto de
la producción de caña de azúcar. Al respecto, Miguel
Almada, director de Agroenergía del Ministerio de
Agroindustria de la Nación, apuntó: "Recientemente se subió el corte de bioetanol en 2% para los
ingenios
azucareros y eso significa alrededor de 170 mil metros
cúbicos de etanol. Por cada litro de etanol se obtienen
alrededor de 10 litros de
vinaza. Entonces estamos
hablando de 1,7 millón metros cúbicos y eso necesita un
tratamiento. Si queremos subir las mezclas de las naftas
con etanol, en este caso de caña, tenemos que contemplar
qué tecnología es la mejor para utilizar en el tratamiento
de estos afluentes".
Blesa indicó además que, en 2016, se están concentrando
los esfuerzos del Ministerio de Ciencia y Tecnología en 11
proyectos estratégicos, uno de
los cuales se realizarán en
torno a las energías renovables, con una inversión de
alrededor de 10 millones de dólares. "La idea es que si
enfocamos y ponemos plata importante en unos pocos
proyectos que puedan transformar nuestra matriz
productiva, vamos a poder avanzar mucho", afirmó.
Otra de los proyectos vinculados
con las bioenergías
apunta al aprovechamiento de los residuos del Mercado
Central, que hoy representan una importante fuente de
contaminación. "Se ha plasmado
un proyecto para poder
aprovechar esos residuos en la generación de electricidad,
que pueda alimentar a todo el barrio y aledaños", dijo
Blesa, y aclaró que la iniciativa involucra a la cartera
de Agroindustria. "Estamos impulsando un plan muy
ambicioso con el Mercado Central, a partir de la
instalación de biodigestor para tratar los residuos que se
producen allí", confirmó Almada.
Además, señaló: "En el ámbito de los biocombustibles,
desde Agroindustria y con la ayuda del INTA, hemos
desarrollado y medido los indicadores de sustentabilidad
que han sido consensuados dentro de la Asociación Global
para la Bioenergía (GBEP por sus siglas en inglés), que
tiene sus sede en Roma. La Argentina es uno de los únicos
países que ha hecho este estudio. Estas cosas ayudan
muchísimo en la producción de los biocombustibles en el
país".
Durante las jornadas se destacó la participación
instituciones de relevancia como la Asociación Argentina de
Productores en Siembra
Directa (AAPRESID), la Cámara Argentina de
Biocombustibles (CARBIO), la Mesa Redonda-Soja
Responsable (RTRS), la Cámara de la Industria Química
y Petroquímica (CIQyP), la AAIQ y el CPIQ, en una
mesa coordinada por José María Fumagalli ,
vicepresidente de la AAIQ, donde los
expertos
analizaron temas relativos a la producción de bioenergías,
la sustentabilidad de los sistemas y su relación con los
problemas relacionados con las trabas a la exportación de
biodiesel y otras problemáticas.
Allí, entre otros temas, el presidente de CARBIO,
Gustavo Idigoras, adelantó el fallo de la Unión
Europea (UE), que anuló los aranceles que afectaban a las
exportaciones de biodiésel de la Argentina, antes de que
la novedad se publicara en los medios masivos.
La noticia fue ampliada luego en el mismo encuentro por
Miguel Almada, director de Agroenergía del Ministerio de
Agroindustria de la Nación: "Estamos
cuantificando
que de acá a un año, quizás dos años, la Argentina va a
poder exportar alrededor de 1,5 millón de toneladas a ese
mercado, que significa un ingreso para la industria de, a
precio de hoy, 1200 millones de dólares. Así que son
buenas noticias".
Compromiso sustentable.
Por su parte, Francisco Decono, secretario de la AAIQ
y vicepresidente del Consejo Profesional de Ingeniería
Química (CPIQ), destaco el compromiso de ambas
instituciones con la sustentabilidad, la importancia de la
huella de carbono y el tener un balance energético
positivo en el largo plazo.
"Hoy existe disponibilidad de biomasa aunque con
infraestructura de trasporte y comunicaciones poco
desarrolladas, muy altos costos de logística y de energía,
poca disponibilidad energética, baja inversión y baja
competitividad. Por otra parte la biomasa debe
aprovecharse al máximo, lo que aún constituye una
oportunidad y no una realidad
generalizada", dijo, y
agregó: "Aún en este contexto,
los biocombustibles brindan
y puedan aportar soluciones que sin duda se potenciarán en
una visión de más largo plazo, a través de una adaptación
a las condiciones futuras para continuar siendo
favorables".
"Tecnológicamente está demostrado que se
puede sostener la
producción de bienes y servicios reduciendo el consumo de
energía, eso está fuera de discusión. Pero las
negociaciones no son fáciles", analizó el economista y ex
Secretario
de
Recursos Hídricos y de Energía, Alieto Guadagni. "Hoy
el
ranking de los países que más contaminan se forma en
este orden: China, Estados Unidos, India, Rusia, Japón,
Alemania y Corea. La Argentina está en el lugar 28 con un
0,6 por ciento del total.
"Si pensamos que tenemos que emitir menos y la población
va a aumentar y el PBI, esto exige una tremenda revolución
tecnológica que cambie la matriz
energética. Hay que
reducir drásticamente la intensidad energética de consumo
de fósiles".
Asociación Argentina de Ingenieros
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