"Desde hace un año estamos incubando empresas del área de software, nutriendo el polo tecnológico de la universidad. Tenemos tres manera de vincularnos con las empresas. Pueden instalarse dentro de la universidad mediante un joint venture que hacen los técnicos y los empresarios; solicitar how know y recursos humanos desde su propia planta, o solicitar la asistencia de técnicos ante demandas específicas", explicó a LA NACION el rector de la Unicen, Néstor Auza.

Las últimas novedades en Tandil remiten al acuerdo que está por firmar la universidad con representantes de la empresa francesa Mónaco Informatique Systeme (del grupo Kauselmann), especializada en sistemas de gerenciamiento total y de complejos de casinos. "Esta firma quiere estar asentada en nuestro campus para luego, desde ahí, ofrecer software a toda América latina", contó Auza, al tiempo que destacó que detrás de cada proyecto está la base de grupos académicos con mucho valor agregado que son la principal atracción para las empresas porque a través de ellos pueden también sumar puntos a sus compañías.

Para animales domésticos

Auza informó que la Unicen está trabajando en un proyecto para el sector agropecuario (también van a ofrecer anclajes a las firmas). Se trata de una investigación que desarrolla líneas de nutrición medicada para animales domésticos. "Esta inciativa responde a la demanda de muchas compañías que después de la devaluación buscan productos nacionales", señaló.

Entre las principales demandas que registra la universidad figuran: el desarrollo de una máquina elaboradora de bloques de suelo-cemento, la transferencia de conocimientos sobre siembra directa, el desarrollo de sistemas de información y la colaboración en la promoción de alternativas de producción tradicionales como la helicicultura y la piscicultura.

En Santa Cruz, la Universidad Nacional de la Patagonia Austral cuenta con el Laboratorio de Empresas que surgió a fines de los 90 de un acuerdo con la Municipalidad de Caleta Olivia.

Este empredimiento se originó ante la necesidad de dar respuesta a la reconversión y diversificación productiva de la región. También se creó la Agencia de Desarrollo de Caleta Olivia que tiene por misión difundir nuevas oportunidades económicas.

El Laboratorio de Empresas utiliza la capacitación, la formulación de proyectos de inversión, la asistencia técnica y la investigación de mercado como instrumentos para realizar transferencia de conocimientos.

El responsable de este proyecto, Alberto Salazar, comentó que el laboratorio presta servicios a la Agencia de Desarrollo y que su principal objetivo es mejorar el tejido empresarial. "En los distintos trabajos participan docentes y estudiantes que tienen la posibilidad de transferir hacia afuera y hacia adentro de la universidad las experiencias adquiridas y las nuevas que surgen de esta relación", remarcó.

Entre las actividades que ya se realizaron se encuentran la organización del Primer Encuentro de Exportadores Regionales, estudios de mercados y el diseño de un programa de capacitación para micro, pequeñas y medianas empresas.

En el sur bonaerense

En Quilmes, en la provincia de Buenos Aires, también existe un ámbito que une a estos dos sectores.

Con base en el comercio externo, la Universidad Nacional de Quilmes cuenta con una consultora en comercio internacional, Pro-Exportar, conformada por un grupo de jóvenes profesionales que se dedican al asesoramiento.

Pro-Exportar ofrece el desarrollo de negocios de exportación, asesoramiento en estrategias de comercialización y marketing, y estudios de mercados.

La universidad también cuenta con una Unidad de Vinculación Tecnológica, que tiene como objetivo el aprovechamiento por parte de los sectores productivos de los recursos científicos y técnicos de la casa de estudios.

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