A los 24 ya idearon el futuro de la medicina
Se
trata de ingenieros en biomedicina, física médica y computación
de la Universidad Favaloro. Crearon un simulador de pulmón artificial
y una novedosa forma de predecir el nivel de presión arterial.
También estudiaron cómo detectar enfermedades en los fetos
y la reducción de radiaciones.
No
son genios ni candidatos a ningún premio. Pero luego de seis
años de carrera lograron crear soluciones informáticas
clave para el futuro de la medicina preventiva. Se trata de 11 ingenieros
en biomedicina, física médica y computación de
la Universidad Favaloro que
ahora salen al mundo profesional a mostrar cómo la tecnología
puede ayudar a mejorar la salud de la gente.
A
los 24, estos graduados son los protagonistas del primer simulador de
pulmón, un novedoso equipo que le permite al médico conocer
las causas de una insuficiencia respiratoria y aplicar el nivel de ventilación
adecuado con el respirador tradicional.
Mientras
un equipo desarrolló como tesis final de la carrera un software
que dice cómo viaja el flujo sanguíneo en las arterias
del corazón, otro se enfocó en un programa para la administración
de radiaciones en los tratamientos anticancerígenos.
Por
otro lado, dos ex alumnas lideraron la fabricación de sistemas
de aplicación médica. Al tiempo que una estudió
el método para predecir comportamientos de la presión
o la glucosa, su compañera se internó en las profundidades
del procesamiento de imágenes con el fin de advertir enfermedades
en los fetos.
Inmersos
en la vorágine de los laboratorios, algunos becados en el interior
y otros con el pasaporte para aplicar lo que crearon en el exterior,
este grupo se reunirá en Buenos Aires este 29 de abril para recibir
su título de grado.
Constituyen
la primera promoción que egresa de estas novedosas carreras,
creadas en 1999 por la casa de altos estudios porteña con el
fin de darle un nuevo impulso a áreas de la ingeniería
que cada vez demandan más profesionales.
En
diálogo con Universia , el directivo de la facultad y responsable
académico de muchos de estos logros, el ingeniero Franco Pessana
, resume en nombre de los graduados los beneficios y oportunidades que
estas "tesis" le abren a la medicina moderna.
Un pulmón por ahí
Denominado
"Simulador de pulmón para la adquisición de parámetros
respiratorios", este aparato creado por Fernando Avila, Pablo Bustos,
Bruno Padulo y Javier Picón, de Ingeniería Biomédica,
vendría a ser como un órgano artificial externo que se
creó para entrenar al médico.
Pessana
lo explica así: "es un fuelle mecánico construido
en acrílico que tiene una serie de dispositivos a través
de los cuales se puede simular un paciente. Con este sistema se puede
saber si la insuficiencia proviene de un broncoespamo, una neumonía
o si ya alcanzó un paro respiratorio. Conocidos estos datos,
el profesional podrá saber en detalle qué modo de ventilación
necesita el paciente.
Tras
ser conectado con un respirador, luego en una computadora y mediante
un software especial, se pueden observar los distintos parámetros
ventilatorios gracias a la medición de curvas de presión,
volumen y flujo.
Hasta
ahora no se podía establecer con este nivel de precisión
las causas de la insuficiencia respiratoria y por consiguiente cuál
de los 15 modos de ventilación utilizar para contrarrestar los
efectos de un pulmón comprometido. Muchos pacientes perecían
porque no se les administraba la dosis justa de aire.
"Se
lo considera en un principio como un kit académico y formativo
de médicos que se van a dedicar al área de neumonología",
dice el ingeniero. Después, claro, puede ser aplicado a un caso
concreto.
De
hecho, este equipo ya fue adquirido en la Fundación para guiar
a los profesionales y los creadores registran pedidos de otros sanatorios
a diario. En breve comenzarán a producir simuladores a escala
con un formato más comprimido gracias a la empresa propia que
acaban de fundar.
Entre arterias y tumores
Otro
de los proyectos es el de "Simulación numérica de
fluidos", a cargo del flamante ingeniero en computación
Pablo Luna. Terminado de definir en España y con una validación
internacional, este sistema ya es utilizado en la sección de
prediagnóstico de la Fundación.
El
objetivo es estudiar y simular por software el flujo de la sangre y
la dinámica del sistema arterial mediante métodos y algoritmos.
Se basa en particular sobre las arterias coronarias (irrigación
del corazón), posibles enfermedades de las mismas (ateroesclerosis,
arterioesclerosis) y su modelización, análisis e implementación.
De
acuerdo con la visión del director del proyecto, "al ser
una herramienta de programación que le permite al médico
conocer cómo viaja el flujo sanguíneo en las arterias
del corazón, tuvo una inmediata aplicación en la clínica
médica por la capacidad de adelantar si esa arteria va a estar
comprometida sólo por el hecho de analizar los fluidos".
El
otro trabajo es un detector autoenergizado, implantable en pacientes
sometidos a rayos, para la medición de flujo neutrónico
en tiempo real. Creado por Lilian Mariani, Mariano Skumanic y Manuel
Sztejnberg, de la carrera de Ingeniería en Física Médica,
este sistema apunta a la medición de la dosis de radiación
a impactar en el tumor para uso terapéctico y para disminuir
las dosis de exposición para uso diagnóstico que pueden
afectar otros órganos del cuerpo.
Fue
pensado para evitar en gran parte los daños que causan varias
clases de radiaciones como elevadas energías fotónicas,
de iones pesados y neutrónicas, que son utilizadas para uso clínico
en el área de oncología. De ahí que el rol de este
software sea el de establecer un método para medir la cantidad
de flujo neutrónico sobre el paciente.
Según
Pessana, "hoy sólo en Suiza se está haciendo eso
con un procedimiento muy costoso. Estos alumnos, tutoriados por doctores
y licenciados que trabajan en el Centro Atómico de Ezeiza, hicieron
este sistema que se comunica en forma inalámbrica con un detector
puesto en el cuerpo para que indique las dosis necesarias para la administración
de determinada droga".
Al
parecer, debido a su directa aplicación, los alumnos y la Facultad
ya recibieron solicitudes de grandes centros asistenciales del país
para obtener el "know how" y así poder implementarlo
como hoy lo hace la Fundación Favaloro.
Predicción
e imágenes
La
ingeniera biomédica Débora Leibovich es otra de los graduados
que recibirán su diploma. Su trabajo está referido a los
"Procesos estocásticos de memoria larga: aplicación
del modelo a señales biológicas". Se trata de un
estudio que permite predecir cómo será en adelante la
presión arterial, el colesterol o nivel de glucosa en sangre
de una persona tras analizar las variables registradas de los últimos
meses.
El
sistema se probó con el conteo de células sanguíneas
en ovejas a lo largo de más de 3 años. Mediante la aplicación
de modelos de procesos predictivos o estocásticos, es decir el
estudio de una señal que varía en el tiempo, se pudo lograr
una probablidad.
Según
aclara Pessana, ahora será posible decirle a un hipertenso cómo
estará su presión el mes que viene gracias al hecho de
haber estudiados los tres anteriores. "Es un sistema prospectivo,
me permite inferir qué va a pasar".
El
sistema ya se vislumbra que tendrá impacto directo en el tratamiento
de millones de pacientes diabéticos o con colesterol elevado.
Su propósito preventivo contribuiría a controlar de antemano
cualquier efecto producto de desórdenes anteriores que alteraron
la normal evolución de una disfunción.
El
último proyecto, a cargo de la también ingeniera biomédica
Mariela Azul González, también lleva intrínseco
un esquema preventivo. Su nombre es "Desarrollo de algoritmos de
software para el análisis de imágenes de hibridización
in situ y la cuantificación de la expresión génica".
Para
allanar el camino de la interpretación, Franco Pessana es claro:
"trabaja con imágenes histológicas, es decir con
fetas de embriones, por lo que permite sacar conteos de células
que a posteriori servirá para identificar futuras enfermedades
que puede llegar a tener la persona.
Esta
alumna ganó una beca del CONICET y hoy se especializa
en el Laboratorio de Procesamiento de Señales que se encuentra
en Mar del Plata.
Sin
embargo, pese a los innumerables beneficios que aparecen de movida con
la producción de esta primera promoción, lo cierto es
que para la Universidad Favaloro esto recién es el comienzo.
En
los próximos meses se dará a conocer un trabajo para predecir
crisis epilépticas y otro que intentará centralizar en
una misma base de datos los resultados de los distintos exámenes
clínicos que se realizan los pacientes de un centro de prevención
cardiovascular.
Fuente:
CONICET 19-04-05 Universia