Incentivos fiscales y un contrato por veinte años para generar energía eólica son algunos de los pilares que explican la estrategia de expansión que tiene Impsa en Brasil, dentro de la cual el 2008 será un año prolífico. Acaba de obtener un crédito de 200 millones de dólares para terminar de ejecutar tres parques de 66 aerogeneradores, que abastecerán a unos 120 mil hogares
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En Impsa empezaron hace
dos años a construir los “molinos” que generan energía
eólica. Algunos ya están instalados en la Patagonia.
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Lejos de
Mendoza, y mucho más de los vientos patagónicos que
empezó a explotar como una primera experiencia piloto hace un
año, el grupo local apuesta a un negocio integral y de largo
plazo, que va más allá del desarrollo y montaje de los
“molinos” generadores de energía. De hecho, obtuvo
financiamiento barato (8,7% anual a doce años) como parte de un
programa estatal que incentiva las inversiones en el rubro. Desde
mediados de año, con los equipos en funcionamiento,
venderá esta energía alternativa a la empresa estatal
Electrobras, a un valor de 110 dólares el megavatio.
Las usinas destinadas al Estado de Ceara (Praias de Parajurú,
Praia do Morgado y Volta do Rio) suman una potencia instalada de 100
MW. Pero son la primera etapa de un plan de 600 millones, a completarse
en los próximos dos años con otros siete parques en la
región de Santa Catarina. Para entonces, el retorno proyectado
en ventas sería de 800 millones.
Surgida en 2005, Impsa Wind es la tercera y más reciente unidad
de negocios del grupo. En cuanto tiene oportunidad, el mismo Enrique
Pescarmona no deja de hablar con entusiasmo de su futuro. En Impsa se
jactan de estar “desde el primero al último eslabón de la
cadena de generación de energía eólica”.
A comienzos de 2007 se rehabilitaron los viejos talleres que ocupaba en
sus comienzos, en calle Ceretti de Godoy Cruz. De allí salen
dispositivos y componentes de las turbinas. A pleno, allí pueden
fabricar 100 equipos por año; no obstante, la nueva planta de 27
hectáreas que está en construcción en el puerto de
Suape (Recife), duplicará en producción a su par de
Mendoza. Con una inversión cercana a los 76,5 millones de
dólares, estaría lista durante el primer trimestre.
Para el grupo, el crédito fue el verdadero puntapié
inicial. “Hasta ahora nos dedicamos a investigación y
desarrollo, por lo que la participación relativa dentro de las
unidades de negocios era prácticamente nula. Con el proyecto de
Ceara pasa a ser del 15 al 20%”, admite Emilio Guiñazú,
gerente de Proyectos Eólicos.
El ritmo brasileño marca un compás distinto a la cadencia
local, donde pocos ven a la energía alternativa como negocio.
Por ejemplo, tiene una tarifa acordada que cuadruplica a la vigente en
el país, ajustable por inflación y con exención
del pago de Ganancias. Para Francisco Mihanovich, del área de
finanzas, “es un gran incentivo, porque el resto de los costos se
limita prácticamente al mantenimiento. Además, si bien
requiere una inversión mayor que la generación
eléctrica (sic), la rentabilidad alcanza el 80%”.
El Programa de Incentivo de Energías Renovables que impulsa el
gobierno del vecino país tiene como objetivo adquirir 1.300
megavatios durante todo el 2008 y contar con 1.000 megavatios de
potencia instalada por año. Para eso facilita créditos de
hasta 15 años de plazo a tasas accesibles. De allí Impsa
piensa seguir nutriéndose para completar su millonario plan.
Notas relacionadas:
La
realidad argentina
Para marzo,
según se anuncia, Comodoro Rivadavia tendrá su segundo
aerogenerador, de 1,8 Mw.
El anterior, de 1 Mw, fue el primero de fabricación nacional.
Poco
todavía frente a la parafernalia brasileña. Pero Impsa
sigue en carrera
por la licitación del proyecto Vientos de la Patagonia, en
Chubut, que
prevé la fabricación y puesta en marcha de 35 equipos (60
Mw) antes de
fin de año, y por el que compite con otro grupo argentino.
De hecho, pese al marcado contraste de realidades entre ambos
países,
Guiñazú confía en lo que puede venir. “Argentina
tiene un potencial
gigantesco, que en algún momento terminará por explotar”,
considera el
directivo.
Claves del negocio
Inversión:
u$s 600 millones es el monto total previsto por Impsa para construir 10
parques eólicos hasta el 2010.
Importancia del negocio: proyecta ventas de hasta u$s 800 millones en
ese período. La unidad de negocios hidroeléctricos y
grúas (Hydro)
prevé alrededor de 1.000 millones de la misma moneda.
Tres a cuatro veces es el precio al que venderá el megavatio de
los
“molinos” en Brasil, frente al que podría obtener en el
país (unos u$s
30).
China y el Sudeste Asiático serían los mercados a los que
apuntaría Impsa Wind a futuro.
Préstamo blando obtuvo de Caixa Económica, un banco
público. Son u$s
212 millones, a 12 años y con 6 meses de gracia desde el inicio
de la
operación, una tasa del 6,25% anual y una sobretasa (spread) de
2,5%
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Miguel
Ángel Flores mflores@losandes.com.ar
Los Andes.
Mendoza, Sabado 5 de enero 2008 |
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