UNLP: buscan desarrollar prótesis en base a acrílico
Fecha Tuesday, 11 April a las 19:46:35
Tema Universidades


La utilización de polimeros en biomedicina:
En algunos meses, la Facultad de Ciencias Exactas empezará a desarrollar la tecnología para fabricar prótesis óseas y cartilaginosas “a medida”. Lo hará a partir del desarrollo de una técnica basada en polímeros acrílicos y colágeno.

Es inédita en nuestro país y resolvería un problema central de la medicina. Las prótesis que actualmente se utilizan deben ser importadas a valores que superan los 20 mil dólares. Se buscará inversiones para que la producción sea industrial.

Desarrollar polímeros sintéticos que sean biocompatibles, es decir que no produzcan rechazo del organismo, para diseñar y producir prótesis de huesos y cartílagos, es una de las metas que el INIFTA (Instituto de Investigaciones Fisicoquímicas Teóricas y Aplicadas), que depende del Departamento de Química de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), se planteó para este año.
Lograrlo sería un aporte trascendental para la medicina argentina pues, actualmente, ese tipo de prótesis no se producen en el país, e importarlas demandan alrededor de 20 mil dólares.
“Nuestra idea es generar la tecnología que tienen países del primer mundo para intentar producir acá estas prótesis, para que tengan en el mercado costos más bajos y accesibles a la mayor cantidad de gente posible”, explicó a Hoy Javier Amalvy, Coordinador del Grupo Materiales Poliméricos de ese Instituto.
El es doctor en Química, egresado de la facultad de Ciencias Exactas. Aclara, no obstante que el director del proyecto es el investigador superior del Conicet y profesor emérito en Exactas, Mario Garavaglia, que aporta su experiencia en la utilización de la técnica con láser. También tiene un rol importante el investigador Tomás Grijera, que trabaja con el colágeno que se utiliza para las prótesis blandas o cartilaginosas.

La técnica
La experiencia de Garavaglia será fundamental para trabajar con una técnica que se conoce como “estereolatigrafía láser”. “Esta técnica nos permitirá diseñar prótesis a medida. Es decir, con la información que obtendremos, que será una imagen tridimensional, podremos tallar la pieza con la forma y las dimensiones adecuadas a cada organismo”, explica Amalvy.
Para profundizar en la técnica es necesario definir al “polímero”, que está formado por una larga cadena de miles de moléculas pequeñas o monómeros que se repiten.
Según el tipo de molécula de que se trate, el polímero será líquido o sólido, o tendrá distintas propiedades. La naturaleza es la principal generadora de polímeros (los tejidos de los seres vivos son el mejor ejemplo), pero existen también polímeros sintetizados por los químicos (nylon, teflón, acrílico)


Lo que hace la estereolitografía “es dar forma tridimencional a los polímeros. Desde el punto de vista técnico produce la polimerización por efecto del láser. “En este caso particular -explica Amalvy-, vamos a usar monómeros acrílicos, que son líquidos, pero una vez que se polimerizan pasan a ser sólidos”.

La adaptación
La prueba a superar es que una vez insertada en el cuerpo la prótesis no produzca rechazo. Si eso se logra, se habrá logrado “una compatibilidad entre el polímero sintético, con los huesos, que es un material natural, desarrollado por el propio cuerpo del ser humano”.
Una característica fundamental que debe tener el material con que se fabrican las prótesis es la “resistencia mecánica adecuada, dado que tiene que funcionar como soporte” de la estructura ósea. Según Amalvy, estás prótesis duras, a base de acrílico, puede funcionar para diferentes tipo de huesos: cadera y fémur son los más comunes.
Pero el proyecto integral incluye el desarrollo de las prótesis blandas o cartílagos, “que estarán desarrolladas con materiales conocidos como colágenos”.
El proyecto es totalmente nuevo en al país, y “viene a cubrir lo que se llama áreas de vacancia o poco exploradas o explotadas”, explica el químico. “Justamente las aplicaciones de polímeros en biomedicina es un área de vacancia”, dice.
Es por eso que el programa prevé el contacto directo con médicos que van a participar en el proceso aportando su punto de vista. De hecho, existe en la Comisión de Investigaciones Científicas (CIC), que también participa de la iniciativa, el laboratorio para la salud TECSA, que concentra todos los conocimientos y la estructura tecnológica para aplicarlo en el área de la salud.
Las prótesis, que comenzarán a desarrollarse dentro de tres meses, serán financiadas por la Agencia Nacional de Promoción Científico y Tecnológica. La CIC, asociada al proyecto, también hace un aporte importante en infraestructura edilicia e investigadores.

La aplicación
El trabajo del INIFTA es de experimentación para lograr que el país tenga la tecnología necesaria para desarrollas las prótesis. Para Amalvy, “sería interesante que haya empresas que se entusiasmen y lo lleven a una escala de producción importante”.
El profesional explica entonces el circulo que debe cerrar la “ciencia aplicada”. “Nosotros en principio lo que haremos es desarrollar la tecnología para ser capaces de producirlo. La idea después seria trasladar esta tecnología y desarrollo al sector privado, para que pueda implementarlo y hacerlo accesible a la mayor parte de la población”.
CONICET : Diario Hoy | 07-04-06





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